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«El 20 mayo del pasado año y después de la primera ola de coronavirus, el exministro Illa declaró en el Congreso de los Diputados que a finales de 2020 se aprobaría el Real Decreto de especialidades y se reconocería la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, y lo hizo con estas palabras “se hará efectiva la demanda histórica del reconocimiento de esta especialidad que está avalada por las sociedades científicas, que cuenta con el apoyo de muchos grupos políticos y que a juicio del Gobierno cumple con todos los requisitos. Lo hubiéramos visto ya si no nos hubiéramos encontrado con esta pandemia», y aseguraba que los pacientes críticos que llegan a estos servicios serían atendidos con máximas garantías por unos profesionalescon una formación especializada reglada y unos conocimientos y aptitudes como en el resto de países de la UE y del mundo, que si reconocen esta especialidad».
«Es indignante, ofensivo y lamentable como el gobierno actual, sólo por enfrentamientos políticos y sin ninguna razón científica, pase de homenajear y aplaudir a los médicos en primera línea de combate, a ningunear y dejar en entredicho la capacitación profesional,la formacióny las aptitudesde ésos mismo profesionales de urgencias y emergencias.
Solo hay tres países en la Unión Europea que carecen de esta especialidad, España es uno de ellos junto con Chipre y Portugal. Esta especialidad está reconocida por la UEMS (Unión Europea de Médicos Especialistas), órgano asesor del Parlamento Europeo, y por si fuera poco el Ministeriode Defensa de España tienen reconocida la especialidad para el Cuerpo Sanitario Militar desde 2016, con informe favorable del Ministerio de Sanidad.
Y los médicos de urgencias, con la mascarilla y el buzo enfundados,seguimos atendiendo a nuestros pacientes con la profesionalidad y el cariño que merecen, y estamos esperando que el Presidente del Gobierno y sus socios de coalición, se desdigan de ésta ofensa y cumplan su palabra y sus promesas.
Pero que no se preocupen los enfermos y familiares, porque en urgencias anteponemos el curar y cuidar de su salud a otros intereses, y no incumplimos nuestra palabra de cumplir con el juramento hipocrático que prometimos, no como otros que prometen y luego no cumplen».